POR UN PUÑADO DE SERIES: Minority Report

Después de que hayan visto la luz hasta cuatro capítulos de Minority Report, serie basada en la película del mismo nombre, tenemos que decir, siempre basándonos en nuestra humilde opinión, que esta ficción no nos convence.

La serie comienza unos años después de que el equipo Pre-crimen haya cerrado sus puertas y los “Precogs” hayan abandonado su encierro, presentándose cada uno de ellos en una situación bien distinta a la hora de afrontar la libertad.

Como actores de cierto renombre nos encontramos con un Wilmer Valderrama, muy alejado de su papel en “Aquellos maravillosos 70” serie por la que se dio a conocer a gran escala y que en esta ocasión, interpreta a un chulesco jefe de la venidera policía de Washington DC. Por otro lado tenemos al atractivo Nick Zano, dando vida una y otra vez, también ahora, a los mismos casanovas baratos. Como pareja protagonista se nos presenta un tándem multirracial, fórmula  ya se ha utilizado por ejemplo en “Sleepy Hollow” o “Almost Human” y muy de moda en la televisión americana.  Ella Megan Good, el Stark Sands. Y ambos dos con interpretaciones muy justas y en ocasiones forzadas y poco creíbles.

La factura de la serie en sí es como cualquier serie policiaca, capítulo tras capítulo intentando solucionar caso tras caso y con una historia angular sobre los protagonistas para intentar dar algo de misterio a la producción, pero todo aderezado con una atmósfera futurista.

Lamentablemente en este caso, todo esto no es suficiente para lograr captar la atención del público, ya que ni existe química entre los personajes principales ni las historias son originales, pese al escenario en las que se plantean.

Y con poco más que decir, nos despedimos hasta la siguiente serie.

Un saludo.

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