Sensaciones de nuestro paso por el Salón del cómic de Barcelona 2015.
Después
de descansar un poco, tras la paliza del fin de semana vamos a narraros un poco
de porque el Salón del Comic de Barcelona es el evento más importante dedicado
al cómic de nuestro país.
La
edición de este año era la tercera a la que asistía (me he perdido 30), tras
haber pasado muchos años desde la última. Casi se puede decir que Francisco Ibañez era un
chaval la última vez que estuve en Barcelona disfrutando del Salón, así que esperaba muchos cambios
y sobre todo muchas sorpresas.
El
lugar elegido los últimos años es la Fira
Barcelona Montjuïc, un espacio enorrrrrrmeeee donde los asistentes no
pasamos ningún tipo de apreturas, para movernos a nuestro antojo, a la caza de
cómics, merchandising, firmas etcétera.
Y es
que lo grande que tiene el Salón no
es solo su espacio. Son sus autores
con los que puedes charlar de sus proyectos pasados y futuros mientras
disfrutas observando cómo trazan las líneas de su arte en un trozo de papel.
Son sus
exposiciones, que este año eran
muchas, muy buenas, y con una gran variedad. Se puede decir que en este aspecto
el Salón se convierte en un museo
dedicado al 9º arte.
Son sus
actividades, que van desde
destinadas tanto a grandes como a pequeños que visitan el Salón y pueden pasar un día muy divertido.
Son las
tiendas venidas de todos los
rincones de España, donde comprar ese
cómic, esa figura o esa camiseta que completa tu colección o simplemente que
llevabas tiempo buscando.
Son las
editoriales, que despliegan sus
stands con todas sus novedades, con ofertas
y con una puesta en escena digna del evento en el que están.
Pero no
todo es cómic en el Salón y aunque
esto pueda molestar a los puristas, el mundo del cine, la televisión y los videojuegos también estaban muy
presentes. Los proyectos basados en el mundo del cómic, cada vez tienen más
tirón y considero que si se sabe utilizar es una manera muy válida para acercar
a la gente a este maravilloso mundo del cómic que hace años era muy minoritario
y que poco a poco va ganando adeptos.
Yo soy
de la opinión de que sobre el cómic hay que educar, los que llevamos muchos
años leyendo las aventuras de nuestros personajes favoritos, seguimos oyendo
comentarios como que el cómic es una cosa para niños, que son libros con
dibujitos y cosas por el estilo. Afortunadamente esa tendencia va cambiando y
el público que se reúne en el salón es de lo más variopinto.
Como
punto a favor de esa educación estamos los padres que ya desde muy pequeños nos
preocupamos para que nuestros hijos conozcan el mundo del cómic y lo amen tanto
como nosotros. Ver a un niño disfrutando del dibujo de su personaje favorito,
que le acaban de dedicar es una de esas cosas que te hacen creer que las nuevas
generaciones del cómic están garantizadas.
Pero ya
es hora de hablaros de las sensaciones que viví en el Salón, de las cosas que me gustaron y las que no, porque aunque sea
un evento muy completo, tiene fallos, ya sabemos que nada es perfecto, pero hay
cosas que se pueden mejorar y desde aquí
nos gustaría aportar nuestro granito de arena por si sirve para algo.
Tras el
viaje en el Ave que es una maravilla, quizás sea caro pero es la mejor manera
de viajar a Barcelona desde la capital (os lo dice uno que ya ha probado el
autobús y el Talgo cama), nos plantamos en la entrada del Salón unos minutos después de la apertura de sus puertas. Me
gustaría destacar que las filas para acceder al recinto estaban bien
organizadas y aunque la fila de acceso era larga (hubo momentos del día que
dieron la vuelta completa al edificio) el acceso era bastante fluido.
Una vez
dentro, nos pudimos encontrar con las filas para conseguir número para la firma
de los distintos autores que estaban invitados por las distintas editoriales.
Es de agradecer la cantidad inmensa de dibujantes que hubo esté año en el
Salón. Aunque no llevaba muchas esperanzas de llevarme ninguna firma, hubo
suerte y me lleve tres dibujazos de Elena
Casagrande (Riesgo Suicida), Fernando
Dagnino (Capitán Midnight) y de mi
amigo Nacho Tenorio (1900) en el
stand de Aleta ediciones. A parte de
comprarle a mi hijo uno de los cómics de Jordi
Bayarri dedicados a grandes personajes de la historia, en mi caso fue Newton, con dedicatoria incluida.
Otro de
las señas de cualquier evento dedicado al cómic que se precie es el cosplay y para contribuir un poco a
ello desde mí modesto aprendizaje decidí armarme hasta los dientes para que Grifter estuviera presente en esta edición del salón. Allí pude
encontrarme con mis amigos, Flor, Johny,
Javi, Gloria, Leti, que caracterizados como personajes de X-men o de DC daban vida a los personajes
que tantos buenos momentos nos han hecho pasar en las páginas de nuestros
cómics favoritos. Gracias por estar siempre ahí.
De
todos modos y acostumbrado al Expocómic de Madrid, me dio la
sensación de que había poca gente
haciendo cosplay en el Salón. No sé
si ha sido este año en particular o viene siendo así los últimos años. Ya por
la tarde pudimos disfrutar de unos Marines
Espaciales y de otros personajes de lo más variados.
Una vez
hechas las compras de rigor para que ningún miembro de la familia se quedara
sin su apreciado recuerdo, nos juntamos para realizar la “Comida Shawarma de los
vengadores”, organizada por RafaelRuiz
Davila (Fali ) guionista del cómic 1900 y gran amigo. Curiosamente entre
todos los asistentes no había ningún cosplay de los vengadores, pero eso no
influyo para que pasáramos un rato de descanso y charla entre deliciosa comida
turca.
Ya por
la tarde aprovechamos para ver la cantidad de exposiciones que había, con
algunas de esas obras que te dejan con la boca abierta.
Impresionados
quedamos al ver que en la firma del maestro Ibañez había tantísimas personas esperando a que les retratara un Mortadelo en la contracubierta de su
ejemplar. Si no hubiera sido porque ya obtuve mi recompensa en el primer Salón al que asistí (allá por el siglo
pasado), servidor hubiera esperado lo que hubiera hecho falta.
Y
cuando las fuerzas ya empezaban a fallarnos, me acorde de que no había visitado
la zona de artistas (Artist Alley )
donde quedaba algún que otro amigo por saludar. Cuál fue mi sorpresa cuando
descubrí que escondido en el rincón más inhóspito del Salón se encontraba la desangelada zona de artistas. Quizás este
haya sido el fallo más grande que han tenido en cuanto a organización.
Ya
antes del Salón, habíamos oído que
la organización había apretado las tuercas a artistas y Fanzines doblándoles el
precio del año anterior. Eso había hecho que muchos decidieran no acudir al
evento más importante del año en cuanto cómic se refiere, pero no contentos con
ello les habían relegado al sitio más apartado, donde si no llego a acordarme
de saludar a mis viejos amigos creo que nunca hubiera pasado por allí. Sabemos
que una de las grandes atracciones de los eventos son sus artistas, que hubo
muchos y muy buenos, pero no nos podemos olvidar que muchos de ellos, preparan
estas citas como una gran oportunidad para darse a conocer y vender sus
laminas, commissions y acercarse al fan. No se puede relegar a estos
profesionales a un segundo plano, dándole más protagonismo a las editoriales y
las grandes superproducciones de Hollywood. No debemos olvidar que el cómic en
España está más vivo que nunca, con muchos artistas exportando su trabajo y si
no se les da el trato que merecen puede que esos artistas decidan no acudir a
un evento que les necesita.
Como
compra final me lleve una impresionante lamina de Claudio Castellini, que ya me había encandilado en el Expocómic de Madrid y que decidí que
podría ser un buen regalo.
En
resumen nos encanta que el evento siga creciendo, que los medios de
comunicación se hagan eco de él. Que las editoriales lo apoyen al cien por
cien, algo que en Madrid se echa de menos. Que los artistas acudan en masa y
nos dejen disfrutar de su arte y de su conversación.
Como deseos
nos gustaría que se introdujera un poco más el mundo del cine y la televisión,
trayendo a algún actor/actriz de las películas/series basadas en el mundo del
cómic, la fantasía heroica o la ciencia ficción. Muchos seguimos soñando con no
tener que cruzar el charco para vivir en España una Comic Con como Crom manda.
Reventados
volvimos a casa con la mochila cargada y con ganas de que llegue ya el del año
que viene.
PD:
Como siempre fue un placer volver a ver a esos amigos a los que solo ves de vez
en cuando en estos saraos. Por citar a alguno a parte de los ya citados, Vicente Cifuentes del que espero muy
pronto poder disfrutar de su cómic Murderville
y de la impresionante comisión de Darkness, a Jaime Calderón, al que tuvieron esclavizado con las firmas durante
todo el sábado y que me adelanto que es posible que en breve pasé por Madrid, a
Alejandro Germanico, al que no le
pedí una commission porque todavía no tengo claro que personaje pedirle, pero
no te preocupes que tarde o temprano caerá y no puedo olvidarme de Nacho Arranz y Esther que me encanta
coincidir con ellos en todos los eventos ,con gente así da gusto.
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