The Walking Dead – Entrando en desaceleración.
Llevamos
ya cuatro capítulos de nuestra serie de zombis favorita, o lo que es lo mismo
estamos en el primer cuarto de temporada, el midseason se acerca y la
cosa pintaba muy bien hasta el episodio de ayer.
Tras el
primer y segundo episodio con más acción que alguna de las temporadas
anteriores, pongamos por ejemplo la de la granja o las largas caminatas por las
vías del tren buscando al Mago de OZ. Un
tercer episodio que no desmerece, ya que
aparte de ser bastante similar al comic, daba por cerrada una de las tramas
abiertas de una manera bastante digna y eso que sabemos que la serie nunca
llegará a los niveles del comic. Ahora nos encontramos de nuevo con la rubia
cantarina, si esa chica que es capaz de hundir la serie ella solita. Es verla
en pantalla y dar más cabezazos que Sergio Ramos.
Si ya
en la temporada anterior, el episodio que se pasan juntos Daryl y la rubia, en la que charlan de todo lo que pueden hablar un
hombre y una mujer para evitar tener sexo, fue de lo más aburrido de toda la
serie, este de ayer no le queda muy lejos. Sí, el episodio en el que todos
estábamos pensando por favor Flechas haz que esta chica espabile…
Lo peor
de todo es que los guionistas de la serie saben que Beth es sin duda uno de los personajes más sosos del grupo e
intentan darle un giro, para que esa situación cambie, pero mucho va a tener
que mejorar para que su status quo mejore en esta temporada, eso si acaba viva…
En el
episodio de ayer hasta se atreven a hacer mofa del hecho de que la inmadura
esta, se dedique a cantar como si de una película de Disney se tratara.
Pero
como no queremos ser unos “haters” y
criticar solo lo malo del episodio de ayer, como punto positivo destacar que
para el siguiente episodio creemos que se puede animar bastante la cosa al ver
a cierto personaje entrar en escena para poner un poco de orden.
Nos
despedimos desde la Tumba Raruna, para volver a levantarnos y caminar entre
vosotros.
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