Capitulo 5 de Las Aventuras de Diblu
Las horas pasaban y se
hacía oscuro el día, Paneha no estaba en el campamento de los héroes y varios
comenzaban a impacientarse. Todos al finalizar sus labores rutinarias o
encomendadas por Diblu se habían juntado en el distrito donde solo los héroes de
la infantería tramaban sus planes para lo que tocaba, alrededor de la hoguera y
cerca de fogones, donde comerían los caracoles de Santoryu y Nefritis y beberían
la cerveza caliente de Althidor mientras el alto mando se ponía al dia.
-Siguen faltando varios,
Diblu y pareces demasiado ebrio para preocuparte- Dijo con un tono de irónico
Koto
- ¿Quién falta calvorota? Quiero decir calvorota número 1 dado que calvorota numero dos parece que no es muy hablado- Aun Diblu embriagado por la cerveza no distinguía a Koto entre sus copias.
-Paneha, Yukky y Ló… - Movía la cabeza de un lado a otro el mago- Lo de Ló es normal estará meditando en algún risco apartado o esperando que se le aparezca algún espíritu o algo similar, ya sabes que ese panda gordo es muy cósmico debe ser cosa de su antigua religión, pero Paneha siempre es puntual, y no es normal que se retrase, o aparece pronto o Agroj maza en mano se dedicara a investigar. En cuanto a Yukky tampoco sabemos nada de el.
- Yo…. – “Wink” desaparecía el pequeño Garlopa- Creo….-“Wink” volvía a desaparecer- Que…
-Ya para… me estas terminando de marear y no pienso con claridad… maldita cerveza- Dijo ofuscado Diblu
-Quiero decir, ¿porque no registramos la ciudad? No tardaremos demasiado-Dijo garlopa quien hablaba como si todo el mundo pudiera tele portarse como él o Koto
-Mis contactos de los bajos fondos dicen que han visto pieles verdes por la ciudad, no sé si eso tiene que ver algo con este tema caballeros- Sonó la voz ruda de Salfuman escondido en la sombra
-¿Pieles verdes en nuestra zona? Eso es imposible… ¿Verdad Diblu? ¿Verdad?- Balbuceo Camile quien no podía evitar poner cara de preocupación por su quería amiga Paneha.
-Es todo muy extraño, demasiado extraño… Javia… Punxeta y tú ¿Lo han traído todo? – Pregunto Diblu
-Casi, tenemos ropas, y un hacha. Noelia los negocio con unos comerciantes goblins en un idioma muy poco agradable para nuestros oídos. Nos faltan las monturas, no quedaríamos muy bien entrando sobre los leones de la alianza o sobre grifos, caballos, cabras y demás monturas.- Javia puso las cartas sobre la mesa- Salvo que a los maestros en pociones se les ocurra algo temporal tendremos que ir a pie por todo Durotar, y no me hace demasiada gracia.
-Camile, ¿Se te ocurre algo?-Interrogo Diblu
-Claro, tengo una poción para caminar más rápido.-Dijo Camile picándole un ojo a Javia.
Al mismo tiempo que
nuestros héroes hablaban, se acercaba Ló al grupo, sus ropajes de monje estaban
deteriorados, su cuerpo magullado y se sostenía sobre un bastón largo de caña.
Toda la hermandad de los Héroes de la infantería se acercó a Ló que se vio
rodeado por casi 40 humanoides aliados.
-Que te ha pasado amigo mío… habla, quien te ha hecho esto- Dijo Belavi mientras lo miraba fijamente
-Quién quiera que sea pagara por esto hermano-Lo secundo Leopey, el hermano pequeño de Ló, panda igual que él y monje también, era el sino de esta familia religiosa y entregada a las artes marciales
Ló miro a Diblu a los
ojos y se arrodillo frente a él, tiro su caña a un lado y dijo:
-Te he fallado jefe, no lo he podido evitar.
-Que cosa Ló cuéntanos todos te escuchamos, estas en casa entre tus hermanos-Diblu lo miraba cálidamente
- Tienen a Paneha, y Yukky iba por propia voluntad con ellos. Yo rezaba a mi dios a las afueras de la ciudad en medio del bosque, escuche un ruido que me llamo la atención, y decidí ver que sucedía. Dos elfos de sangre paladines estaban allí, en nuestra zona de influencia, me resulto raro, pero seguí mirando. Se le acercaron 2 elfos de la noche a hablar con ellos, los reconocí al instante, la cazadora Bestalker y la druida Dammars, detrás de ellos venían varios Goblins magullados y heridos y alguno muerto que traían sus similares, los paladines los curaron con magia y revivieron a sus muertos, seguí mirando y traían una camilla con un draeni atado, el draeni atado sangraba, y ese draeni era Paneha, junto a él iba Yukki o lo que parecía Yukki bajo una túnica muy tupida pero por su voz al hablar con los demás juraría que era él. Cuando vi esa imagen con dos camaradas retenidos solo pensé en liberarlos. Tire mi poncho al suelo y saque mi bastón y envestí a los elfos de sangre. No les hice ni un rasguño, no les pude ni tocar, me esquivaron y el elfo varón me golpeo y me golpeo, cuando conseguí zafarme la elfa hembra me había aturdido, y los pequeños goblins se cebaban conmigo mi señor. Invoque la fuerza del Buey para poder aguantar los golpes y lo conseguí pero estaba muy debilitado, eran demasiados y aparecían por todas partes, grite a Yukky para que cargara conmigo pero no se movió, Paneha no levantaba la cabeza de la camilla donde iba atada, salte con odio para tratar de marcar la cara de los traidores elfos de la noche que estaban ahí. Pero la elfa los protegía con escudos poderosos que paraban mis puños. La desesperación me hizo presa y recibí un golpe en la cabeza que me desequilibro. Cuando desperté ya no había nadie, se habían esfumado y se habían llevado mi bastón maltrecho, cogí esta caña, y con mis heridas y golpes vine a verles con una enorme vergüenza. Se habían llevado a dos de los nuestros y yo no pude hacer nada para evitarlo. Perdoneme mi señor
-Ló fiel amigo, levántate entre tus hermanos, has dado todo de ti.-Dijo Diblu ayudándole a levantar
-Ló, ¿sabes si la elfa de sangre era Elibereth?-Pregunto Xavicu- Esa es una hija del diablo, es malvada por naturaleza y es muy peligrosa
-No lo se Xavi nadie la llamo ni a ella ni a los demás por su nombre, solo te digo a los que reconocí
- Rukki, lleva a Ló a descansar, mañana saldremos de caza- Termino Diblu escupiendo en el suelo
-Recuperaremos a los
nuestros matando a un montón de los suyos- Le brillaban los ojos a Agroj- Al
fin es la hora de la sangre…
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