Los tebeos de la caja blanca - Thor: La saga de Surtur - Parte 1 de 2.

Hay preguntas que quedaron sin respuesta después de finalizar la Balada de Bill Rayo Beta. Una de ellas es “¿Qué le ocurrirá a Thor ahora que ya no tiene su alter ego de Donald Blake?” La respuesta es bien sencilla, hacerse otro. Dejadme que lo explique.

Thor volvía a Midgard/La Tierra después de lo ocurrido con su nuevo hermano de Batalla, Bill Rayo Beta, y como ya no tenía su forma de Donald Blake, directamente fue a la Mansión de los Vengadores. Lo malo es que justo en ese momento le avisaron de que un monolito gigante había aparecido en Central Park, y acabó yéndose con sus compañeros de equipo al Mundo de Batalla de las Secret Wars (las de 1985, no las de ahora). Pasaron unos días y todos volvieron a la Tierra, y en fue cuando le pidió ayuda a Nick Furia para crearse una personalidad que no afectara a sus amigos y conocidos. El jefe de SHIELD se las apañó para conseguirle casa, trabajo y una nueva personalidad: Sigurd Jarlson (si, suena a Chiquito de la Calzada). ¿Y como se las apañaría para cambiar de aspecto? Pues haciendo un Clark Kent: Ropa Ancha, andar encorvado, gafas de culo de vaso y cambiándose el peinado.

En Asgard, Odin también tenía previsto hacerle un cambio de aspecto a sus 2 cuervos, Huginn y Munnin, que le permitían ver y oír todo lo que ocurriera en cualquier parte de los 9 reinos. Les hizo gigantes y los mandó a los restos del portal que cerraron Bill Rayo Beta y Thor en el resumen anterior, para que intentaran averiguar quienes eran los demonios que atacaban a las naves Korbinitas. Lo malo es que en los días que había estado Thor en el mundo de las Secret Wars, Lorelei, la hermana de la Encantadora, estaba en la tierra, tomando un aspecto humano con nombre humano, Melodi (la de los gorilas no, otra) como parte de un plan de Loki. Buscaba al mítico Dragón Fafnir, que se encontraba oculto debajo de Nueva York (no me preguntéis), y lo acabó encontrando, lo que pasa es que el poder de persuasión de Lorelei no afectaba al Dragón, por lo que pasaba de seguir las órdenes de Lorelei y se puso a atacar N.Y. así, a falta de algo mejor que hacer.


Thor, bajo la forma de Sigurd Jarlson, vio que una chica estaba en peligro justo enfrente de la obra donde le había conseguido curro Nick Furia, así que volvió a tomar la forma de Thor, la salvó y atacó al Dragón con el poder del relámpago y el trueno, pero Fafnir escapó excavando por los túneles del Metro. De nuevo, volvió a tomar la forma de Sigurd y llamó a una ambulancia, la cual se llevó a Melodi a un hospital, pero juraría que durante el combate, escuchó la plegaría de un vikingo llamándole, plegaria que se confirmó por el propio Odin, ya que se encontraba en los salones de Valhalla brindando y celebrando con todos los Vikingos, pero durante siglos vio siempre una silla vacía. El último vikingo todavía vivía, pero su poder y su intuición le decían que pronto acudiría al Valhalla, lo cual dejaba un mensaje algo descorazonador: Si el último héroe iba a morir… ¿Qué es lo que le iba a ocurrir a Asgard?

La intuición de Odin no le fallaba. Sus cuervos habían llegado mas allá del portal por el que Bill y Thor no pudieron cruzar, y encontraron a un enorme Gigante de Fuego forjando una Espada gigantesca a partir del Lingote de metal que salió del núcleo de la Galaxia de origen de Bill. Cuando fueron detectados por el gigante, mató a uno e hirió de gravedad al otro, que aun malherido, volvió a Asgard. Al gigante en cuestión se la soplaba que fueran Cuervos de Odin o el cuervo que hablaba de Jose Luis Moreno. En La Tierra, Thor estaba buscando a aquel que le invocaba, y lo encontró… ¡¡En la Antártida!! Encontró un cementerio y restos de antiguas viviendas, y una cueva, en la que, en su interior, había un laberinto de pruebas que pasó hasta encontrarse con su última prueba, Un Guerrero armado hasta los dientes. Thor le derrotó sin esfuerzo casi, pero bajo la armadura solo había un anciano. Al parecer, en el año 1066 de nuestra Era, unos Vikingos abandonaron su tierra y acabaron llegando a una zona cercana a la Tierra Salvaje dentro de la Antártida. El clima era muy parecido a Noruega así que se quedaron allí, y durante mas de 900 años prosperaron sin tener ningún contacto con la civilización. Eso fue lo que le contó Eilif, el último vikingo.

Thor se emociona ante el valor y el coraje de Eilif, pero también ve a un anciano cansado que ansía morir para poder ir a Valhalla. Thor le da la posibilidad de un último combate y poder ser el gran guerrero que siempre quiso: Le pide que le acompañe a Nueva York a derrotar a Fafnir, el Dragón. Incluso convence a Odin para que bendiga la lanza de Eilif y le proporciona el caballo volador de una valquiria para que pueda llegar a Nueva York junto a Thor. Cuando llegan, ven que el tal Fafnir la estaba liando parda de nuevo, hasta el ejército estaba intentando reducirlo, pero nada, como si le tirasen migas de pan. Pelearon como buenamente pudieron, esquivando sus ataques de fuego, sus coletazos… pero Fafnir derribó de sus monturas voladoras a los 2 héroes. Thor se recuperó enseguida, pero Eilif era un anciano. Con sus últimas fuerzas, le clavó la lanza que había sido bendecida por Odin en la espalda, y Thor se encargó de darle el golpe final golpeando la lanza con Mjolnir, hundiéndola en el corazón del Dragón y matándolo. Lo malo es que Eilif había muerto.

Con los dos cadáveres aun calientes, Thor apiló una serie de escombros y depositó el cadáver de Eilif y justo enfrente el de Fafnir, e invocó al Trueno mas furioso, el cual cayó sobre el dragón e incendió la pira funeraria que había preparado. Eilif dejó de ser el perdido para convertirse en el Matador de Dragones, y su alma fue recogida por Odin y las Valquirias, las cuales le guiaron hasta el Valhalla. En otro de los 9 reinos estaba Balder, el Bravo, que había muerto y había revivido, pero había renunciado a la lucha. Durante su estancia en Hel vio las almas de todos los que había matado y juró que si volvía a vivir, no volvería a usar la violencia jamás, por lo que estaba de Embajador. Su vida era un rollo, o tenía que aguantar las historias de Volstagg, de los 3 guerreros, y sus banquetes interminables, o tener que aguantar las proposiciones amatorias de Karnilla, reina de las Norns. La verdad, el muchacho, aunque se había quedado fondón de tanto banquete y tanta falta de ejercicio, prefería ser Embajador, pero cuando Odin le envió a entregarle a Loki una carta, pocas ganas le quedaron.

A regañadientes, atravesó un desierto hasta que llegó al Reino de Loki, pero fue atacado por Demonios del Fuego, que le llevaron hasta los Dominios de Loki. Ahí se encontró “in person” con el dueño del Castillo y con un invitado especial, Malekith, amo de los elfos oscuros. Balder había rechazado la violencia debido a lo que tuvo que ver cuando estuvo en el Reino de los muertos, pero cuando cientos de demonios empezaron a atacarle al mismo tiempo empezó primero a defenderse y esquivar ataques, y cuando volvió a tener una espada en la mano, mató a todo el séquito de Demonios de Fuego que había en el castillo. Maldiciendo a Malekith y a Loki por haberle obligado de nuevo a tener que matar se limitó a hacerse trabajo: Entregar a Loki una carta escrita por Odin. En ese momento, Malekith se desvaneció entre las sombras (un truco bastante recurrente entre los Elfos Oscuros) y Loki tiró la carta al suelo, diciendo que ha aceptado un trato con Malekith y que no va a hacer ningún trato con Odin. Dicho esto, Balder se enerva y decapita a Loki, aunque unos minutos después de haberse marchado Balder del castillo en dirección al Reino de Karnilla, el cuerpo de Loki, aun de pie, coge su cabeza y se la pone de nuevo en el cuerpo. Al fin y al cabo, ¿No es Loki el Dios del Engaño, la Mentira y la Ilusión?

Mientras todo esto pasaba, cierto Gigante de Fuego estaba terminando de forjar cierta espada, la cual no podría ni siquiera él envainar, y en la Tierra otro que quería “envainar la espada” era Thor, o mejor dicho, Sigurd Jarlson, ya que Melodi/Lorelei había conseguido que se enamorara de ella perdidamente, pero en un “descanso”, Sigurd llama a la Mansión de los Vengadores y pregunta si tiene algún recado. Jarvis le responde que sí, que alguien llamado Roger Willis había llamado en algo relativo al “Cofre de los Antiguos Inviernos”. Claro, al oír eso, el amigo Asgardiano deja a la Melodi en casa y tomando su forma de Thor se va cagando leches a buscar al tal Roger, que tiene dicho cofre.

El tal Roger era último descendiente de una “orden” que había jurado proteger dicho cofre de toda interferencia, ya que su apertura provocaría el “Fimbulwinter”, o el preludio inmediato del Ragnarok. 3 años consecutivos de Invierno total en todo el mundo, lo que provocaría la muerte de la mayoría de las especies animales y vegetales, aunque no se crea en los mitos nórdicos. Lo malo es que Malekith y sus servidores también lo buscaban. Una de las formas de ganarse siervos en la Tierra por parte de Malekith era dándoles comida “del reino de las hadas”. En cuanto alguien la comiera, se volvería un seguidor acérrimo del Rey de los Elfos oscuros. Lo malo es que éste último le localizó, así que dio la orden del Cazador, un ejército de perros rarísimos y más feos que un pecado se pusieron a intentar matarle. Thor encontró el rastro de dichos perros y salvó a Roger, llegando incluso a herir de gravedad a Malekith golpeándole literalmente con una viga de Hierro (el hierro es letal para los Elfos Oscuros).

Pero Malekith huyó, mas concretamente a la casa de Sigurd Jarlson, ya que notaba que algo mágico se encontraba ahí dentro, y aunque no detectó que Melodi era en realidad Lorelei, si detectó el Hidromiel mágico que usaba la susodicha para tener enamorado perdido al Dios del Trueno. La secuestró y dejó el tronco de un árbol encantado con la forma de Melodi (si, yo también puse esa cara cuando lo vi) para que les dijera que le llevara a Inglaterra el Cofre de los Antiguos Inviernos o la muchacha lo pagaría. Pues dicho y hecho, cerca de los Costwolds, en Inglaterra, aparecieron Thor y el tal Roger poco después. Al ser seres mágicos, Thor podía verlos de forma borrosa, pero el tal Roger no podía verlos, así que le quitaron un frasco de un aceite especial que llevaban los esbirros de turno y ya podían ver a todo quisqui. Lo malo es que los secuaces del tal Malekith eran bastante poderosos, y acabaron arrojando a un torrente de lava a Thor, dejando indefenso y con el cofre de los antiguos Inviernos al pobre Roger, un humano normal y corriente. Malekith podía provocar el preludio al Ragnarok.

En Asgard, Odin estaba muy preocupado por lo que sabía que iba a pasar, ya que el ciclo del Ragnarok es muy conocido por todos los Dioses, pero aunque se sepa lo que va a ocurrir, no puede evitarse. Así que le pide a los 3 Guerreros que recluten a todo Dios y Asgardiano posible, de cualquiera de los 9 mundos, incluso del Valhalla. Balder acabaría uniéndose también a ese ejército, pero después de un viaje por el Reino de las Norns y descubrir que su destino estaba ligado a pelear en una Batalla contra un gigante de fuego, volvió a Asgard para ayudar en lo posible a Odin. No obstante, de nuevo en Inglaterra, Thor evitaba caer en la sima ardiente que le habían arrojado y volver de nuevo al combate contra Malekith. Éste último usó todos los engaños, cambios de forma y visiones posibles para liarles, pero Roger Willis, que aparte de que su padre viviera durante siglos con el Cofre de las narices, también estuvo en el ejército, sacó una pistola e hirió de gravedad a Malekith, liberando a Melodi. Lo malo es que el Cofre de los Antiguos Inviernos, en poder de Malekith, se cayó al suelo y se rompió, provocando el puñetero Fimbulwinter con un efecto inmediato. Eso era como Madrid en Invierno, una rasca de las de llorarte los ojos y moquearte la nariz.

En otro lado del Universo, el portal que separaba la Galaxia Ardiente de la Tierra se había congelado, y cierto gigante tomó su Espada del Crepúsculo y lo partió, accediendo a la Tierra, aunque curiosamente su punto de entrada no fue ni más ni menos que… El Desierto del Sahara. Debe de ser el único lugar de la Tierra al que no afecta el Fimbulwinter de las narices.
Tras descansar un poco, Thor llevó consigo a Malekith preso hasta Asgard, donde por fin Odin puso nombre al Gigante de Fuego que iba a destruirlo todo: Surtur. (Es el título de la Saga, no os hagáis los sorprendidos)

Odin contó como hace Milenios, el y sus 2 hermanos, Vili y Ve, tras haber derrotado al Gigante de Hielo Ymir y haber moldeado el mundo con su cadáver, empezaron a recorrer las fronteras recién creadas, y llegaron a Muspelheim, el reino de los Gigantes de Fuego. Ahí se encontraban Surtur y su ejército, los Hijos de Muspell, demonios de fuego. Orgulloso de su poder, demostrando que era el tío mas sobrado de los 9 reinos, le comenta a los 3 hermanos su plan, incendiar su Espada del Crepúsculo con el fuego de una antorcha gigante llamada “La Llama Eterna”. Puesto que la llama jamás se extinguiría, la única forma de derrotar a Surtur era rompiendo su espada, y lo lograron, haciendo un truco bastante majo: Fusionándose los 3 en un solo Guerrero.

Después de un combate a espada mas épico que el del prota de La princesa Prometida con Iñigo Montoya, le dejaron a Surtur sin juguete, provocando un enervamen demoníaco e incendiario al amigo de 3 pares de pelotas, y los 3 hermanos dejaron de estar fusionados. Consiguieron llegar al límite de ese reino, pero Vili y Ve decidieron sacrificarse por su hermano Odin, dejando encerrado para siempre a Surtur en Muspelheim. La fuerza vital de ambos Dioses entraron en el cuerpo de Odin, convirtiéndole en el Amo Absoluto de Asgard, tal y como le conocemos. De hecho llevó La Llama Eterna a Asgard, donde sigue a su cuidado, pero desde su reino, Surtur consiguió entrar en la Galaxia de origen de Bill Rayo Beta, y provocando su destrucción, forjó de nuevo la Espada del Crepúsculo, provocando la contienda que se iba a librar.

Los Demonios iban a cargarse la Tierra, Asgard y lo que pillasen por delante, así que para igualar fuerzas Odin invocó a Bill Rayo Beta y a Sif para que también se unieran a la pelea, e incluso a aquellos que, independientemente que estuvieran en Valhala, como Harokin y su ejército de Vikingos con Eilif entre otros, o en Hel, como el Verdugo o la Encantadora, quisieran luchar por defender los 9 reinos, ya que Surtur amenazaba con incendiar todo el Universo, con reinos metafísicos y sin ellos, así que también se unió a ellos el Dios de la Guerra Asgardiano Tyr. Todos acudirán a la Tierra a defenderla, mientras que Heimdall, el Guardián del Puente del Arco Iris, que une la Tierra con Asgard, y el Propio Odin se quedarán guardando el Reino Dorado como última línea de defensa, pero antes le pide a Balder que acuda de nuevo al Reino de las Norns y hable con Karnilla para que se uniera al combate contra Surtur.

Es la época del Hacha, la Espada, la Lanza y el Escudo. Los tambores y las trompetas de Guerra resuenan por el cosmos. Van a hacer Softcombat pero a lo bestia, pasándose por el forro el control de armas, pero vais a tener que esperar a la próxima entrega para saber el desenlace de ésta historia. Solo os digo que va a ser tan épico que, aunque suene bestia, vais a terminar cagando lingotes de Mithril. Avisados estáis.

Continuará…

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