Capítulo 7 de Las Aventuras de Diblu

Recordamos que Knack estaba solo en la bahía del botín diciéndose a si mismo que era el hombre correcto para averiguar donde estaba su amiga Paneha, mirando su reflejo en un barril y rodeado de los odiosos goblins del puerto.


Knack


Knack miro a su alrededor, tratando de captar todos los detalles de aquel extraño puerto, sabía que sus compañeros llegarían en barco con Diblu a la cabeza al amarradero 1. No era difícil solo había dos amarraderos. También sabía que los goblins de la zona tendrían que saber algo, no era muy común ver humanoides que no fueran verdes o vacas por la zona.

-Disculpa… tú piel verde- Miraba a uno de ellos- ¿Hablas lengua común?

-Si amigo, soy un comerciante y como buen comerciante hablo lengua común

-Yo quería saber si habías visto alguien que no fuera verde por aquí, o vaca o elfo de sangre ya sabes lo que suele estar por esta zona-Pregunto Knack con la voz entrecortada, no le gustaba demasiado hablar en público y aunque solo fuera un detestable goblin era público al fin y al cabo.

-9 contigo, pero supongo que eso ya lo sabes, 4 para Durotar, 4 para los baldíos y tú. Supongo que a esos no te refieres, pero dado el caso de la cuestión y suponiendo que tú te has quedado solo por una razón, es todo lo que te puedo decir, aparte que estar solo no es una idea muy inteligente a este lado del mundo, humano…-Al goblin se le comenzaron a iluminar los ojos con un rojo intenso- y más cuando en tu estilo de lucha debes de estar cerca, muy cerca, guerrero…
Knack saco su hacha a dos manos y la sostuvo con la mano derecha ligeramente retrasada de su cuerpo. Sonreía, el mago goblin él había subestimado.

-Dame tu nombre antes de que te separe la cabeza de los hombros, piel verde….

-No necesitas saber el nombre de quien te va a mandar a la otra vida guerrero, Numac me recompensara por esto

El goblin lanzo su capa hacia detrás y te tele transporto a un rango que le hacía estar seguro y comenzó a castear una enorme bola de fuego, Knack salto para recortar distancia y cargo contra el cortando el casteo, y trato de asestar el primer y único golpe en el que confiaba para derrotar a semejante chapucero. Magtrak así se llamaba el goblin paro en seco la carga de knack con un frío cono helado, y asesto varios golpes instantáneos al guerrero. Saco copias de mago y comenzó el baile de frío y vueltas alrededor de knack. Volvió a cargar contra él y blandió la enorme hacha de nuevo, rozo la capa mientras el mago esquivaba un nuevo golpe que parecía mortal lanzado por el guerrero. La cara de knack comenzó a cambiar cuando se dio cuenta de que no era un chapucero como él creía y que su ojo le había engañado. Lanzo un grito al aíre para intimidar al mago mientras este otra vez a distancia fusilaba al guerrero con lanzas de hielo. Knack notaba como sus piernas por el hielo y los golpes comenzaban a pesarle, pero no iba a cejar en su empeño de rajar a un enemigo. Volvió a saltar contra él y comenzó a dar vueltas con la filo tormenta, su golpe preferido, consiguió golpear al mago que salió disparado varios metros atrás. Paro de dar vueltas y miro a su enemigo que yacía a varios metros de él, volvió a colocar el hacha ligeramente retrasada a su cuerpo como a él le gustaba,  pero no se acercaba al goblin que seguía tendido.

-Jajaja, ¿eso es todo, humano?-Magtrak reía- ¿Este es el gran Knack? ¿El humano solitario de la orden de los Héroes de la Infantería? Creo que Numac subestima a tu orden, y le llevare tu cabeza como trofeo humano

El goblin empezó a incorporarse y no paraba de reír, el humano molesto agarro el hacha con las dos manos sobre su cabeza y la lanzo contra él. Cuando parecía que le iba a dar de lleno el mago se tele transporto justo  tras el golpeándolo a bocajarro con una bola incendiaria.

Knack caía al suelo y escupía sangre, podía oler parte de su ropa y pelo chamuscado, el sabor a sangre lo irritaba aún más. Lejos de su hacha, se miró los puños y salto contra su enemigo para darle un buen bocata de nudillos. Golpeo y golpeo desde que salto hasta que impacto carne verde, el débil goblin en el cuerpo a cuerpo cayó bajo el mientras el no paraba de pegar y pegar. El suelo se tiño de rojo, la cara de Knack se pintó también de la sangre salpicada del goblin. El guerrero grito al cielo con tanta fuerza que retumbo en todo kalimdor.  El goblin aun respiraba pero estaba bañado en su propia sangre. Lo cogió y lo llevo hacía el muelle, no sabía porque pero ese bichejo verde tenía información que Diblu y los demás sabrían sacar.

Por otro lado el grupo Bravo con Agroj a la cabeza se habían topado en los baldíos con una fortaleza que no debía estar, según el mapa. No era muy grande, tendría la altura de 10 hombres en la torre y 2 en la pequeña muralla. Agroj mando a Punxeta a echar un vistazo mientras él, Nooelia e Igneuss aguardaban fuera.
Punxeta entro en modo sigilo y trepo el pequeño muro, poso sus piernas peludas sobre la parte más alta de la muralla y vio a una elfa paladín en la parte de abajo, no la reconocía, aparte de la elfa había mucho movimiento dentro de tan pequeña muralla y torre, no entendía el porqué, decidió bajar y echar un vistazo.
Conto en el pequeño patio una veintena de guerreros comiendo, los había de todas clases, pero cometió un pequeño error, pasó demasiado cerca de la elfa paladín. La elfa paladín era Elibereth, que escucho con su magnífico oído el ruido de la huarguen picara tras ella y con una arremetida la dejo conmocionada e inmóvil.

-Un pícaro, que buscas pequeña peluda, estas muy lejos de casa para andar por aquí.-Pregunto Elibereth mientras se fijaba en los ropajes- Mezclas ropas de la zona para confundirnos desde lejos, pero el símbolo de tu orden en las dagas te delata, eres de los Héroes, y pagaras por ello.
Punxeta sacudió la cabeza de un lado a otro miro a su alrededor y todos los guerreros la miraban. Sabían quien era ella pero ella no sabía quién eran ellos, ¿serían los que tenían a Paneha?

-Doblad la guardia, convocar a todo aquel que no esté en alguna de nuestras fortalezas y reunir a los que están en los bajos de ogrimmar, al fin han llegado. Decirle a Numac que le entregare una huargen muerta en breve.

Punxeta aulló lo más fuerte que pudo para alertar a sus 3 compañeros, Agroj lo escucho mando a Igneuss rápidamente hacia el puerto a contactar con Knack e indicarle el camino a los que venían de camino en el barco.



-Noe detrás mía- Dijo Agroj

Corrio impulsado por unas botas de ingeniero como un rayo estallando la puerta con la cabeza y entrando en el patio donde estaban una veintena de guerreros, Elibereth y punxeta, Nooelia entro tras el sacando su ejército de necrófagos y sonriendo, había mucho orco que ella conocía y le hacía feliz verlos aunque fuera en el otro bando.

-Ya estoy aquí Punxe, ¿Quién de estos es el que te molesta?-Dijo Agroj quien se frotaba las manos de pensar que al fin iba a hacer su deporte favorito.


Agroj

-Tu… nadie te ha invitado a entrar aquí, y a romper mi puerta, con un asqueroso huargen tenía suficiente-Dijo Elibereth quien se colocaba su escudo y su martillo para saldar cuentas- Agarrad a la pícara, el guerrero es cosa mía, la dk para quien la quiera, llamar a los que están dentro. En breve tendremos más compañía.

- Sé que muchos me recuerdan de haberme visto entre ustedes, hoy es el día en que mi poder necrótico y yo, nos mediremos a aquellos orcos que se creyeron superiores a mí. Algunos fueron mis hermanos, otros fueron mis amigos, hoy por los héroes de la infantería serán mis enemigos y cubriré el suelo de cuerpos-Nooelia no paraba de sonreir.

-Que así sea Raissa-Dijo Krogah llamando a Nooelia por el nombre orco que se le había dado en los bajos de la ciudad de shattrath. Krogah era una picara orca que siempre había competido con Nooelia en todo en las calles de la ciudad.

-Me canso de hablar, allá voy!!!!!!!!! –Salto Agroj sobre sus enemigos

Agroj salto con dos enormes espadas en las manos y comenzó a girar como un torbellino sobre los orcos pensando que los había descuartizado a su alrededor, pero al ver que la sangre no le salpicaba paro de girar y miro a su alrededor. Todos tenían una burbuja brillante a su alrededor, escupió al suelo y miro a Elibereth, esta brillaba más que ninguno.

-Si solo sabes hacer eso nunca podrás con los mios y conmigo peludo- Provoco Elibereth


Nooelia entro a su lado de un salto y espada en mano se dispuso a…..

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