Mucho Expo y poco cómic.

Y un año más, durante 3 días (viernes 11 de diciembre, sábado 12 de diciembre y domingo 13 de diciembre) en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo se celebró la Décimo octava edición del Expocomic. 18 años, tío… Cuanto ha crecido nuestro niño… 2 plantas que mide ya el muchacho.

Mira que pasa el tiempo, y se de gente que empezó yendo a estos eventos acompañados de sus padres, y hoy han ido por primera vez con sus hijos. Como ya os dije cuando comenté el Expomanga, quienes ya pasamos de los 20, y en mi caso, de los 30, sabemos que, aunque tenga imitadores, nuestros Expos son… pues eso, nuestros expos, independientemente de que acaben en “Comic” o acaben en “Manga”.

Da igual que se haga en el Matadero de Legazpi, en el Museo del Ferrocarril de Delicias, en el Conde Duque, en el Pabellón de convenciones o en el desaparecido Pabellón de la Pipa (donde antes se encontraba este pabellón ahora se encuentra “La Ciudad de la Seguridad”, un edificio Policial, y cuenta la leyenda que de vez en cuando, algunos otakus dejan ofrendas de ramen, bandanas de Naruto o peluches de Digimon en recuerdo de dicho Pabellón, pero en eso se queda, en mero mito), da igual donde se haga, el ambiente se mantiene, aunque debo decir que desde hace un par de años disminuye.

Me atrevo a decir que él de este año ha sido el Expocomic más flojito, al que ha acudido menor número de gente (en proporción del tamaño del recinto, obviamente), y por ello ha sido el evento donde ha habido menor número de problemas en relación al aforo. Quizá ha acudido menos gente debido al frío, a que había fútbol, o por una mala experiencia de un evento similar 4 meses antes (en la Japan Weekend de Septiembre, hubo cientos de quejas de gente que estuvo 5 horas de cola y no consiguió entrar).

La verdad es que debo de dar 2 coscorrones más a la organización (meramente simbólicos, que yo soy más inofensivo que un pan de leche): el primero es por haber quitado el concurso de Karaoke. En las 17 entregas anteriores se hizo, pero en esta no. ¿Por qué? Nadie lo sabe. Dicen que porque en asociaciones había juegos de Singstar de cantar openings y endings de Anime, y sin tener que competir, y otros dicen que la mayoría de los que se presentaban cantaban canciones en Japonés, algo que no tenía nada que ver con el Comic Americano y Europeo, y al no tener que ver, zas, plumazo y fuera. Y aquí viene el segundo coscorrón, hacer un Salón dedicado al Comic Americano y Europeo PERO QUE APENAS TENÍA STANDS CON COMICS.

Chavales y no tan chavales vieron numerosos stands con productos para comprar, pero lo dicho, apenas había cómics a la venta. Había mangas, peluches, alpacas, carteras, tazas, camisetas, fundas de almohadas, cojines, figuras (la mayoría de Manga y Anime) pero por lo demás poca variedad. En serio, había más Merchandising relativo al Cómic que los propios cómics. Y para colmo, las 2 grandes editoriales de Comic Americano en España, Panini y ECC no tuvieron Stand, por no contar que era muy raro encontrar novedades. Si, las novedades se pueden encontrar en cualquier tienda, pero… ¿Qué mejor lugar para comprar Cómics que un Expocomic? De hecho la biblioteca de la guardería habilitada tenía mas y mejores cómics que algunos stands.

¿Que habrá podido pasar para que un sitio que antes era el segundo referente nacional en cuanto a Eventos de Ocio relativo al Cómic haya pasado por tal bajona? Puede ser por lo que he comentado anteriormente, pero también puede ser que nos hacemos mayores, que maduramos, y que ya no nos apetece estar 2 meses haciendo un cosplay para presentarte a un concurso donde regalan una bolsa con Dvds y peluches o ahorrar 3 meses para completar una colección de cómics y luego ir al evento y darte cuenta que de los 14 stands especializados en cómics del año pasado solo quedan 8, y encima se han pasado a vender solamente merchandising.

Taras y defectos aparte, también han tenido aciertos, como traer a actores de doblaje (cuyos nombres no recuerdo pero una era la que doblaba a Tai en Digimon y a Angelica en Rugrats y otro era el que doblaba a Mickey Mouse, a Seymour Skinner en los Simpsons y al Dr. Zoidberg en Futurama) o Dibujantes de lo mejorcito que ha habido, como el ganador del Premio Eisner Salvador Larroca, otro igualmente legendario Pasqual Ferry, y autores de renombre internacional como Tsuneo Sanda o Brian Azarello, todos ellos creadores de obras maestras relativas a Marvel o Star Wars, tan de moda últimamente, sin olvidarme del Gran Julian Clemente, Autor del libro “Spider-Man, la Historia Jamás Contada”.

Rozaría la herejía si no nombrase a otros grandes del cómic, pero del patrio, como Alfonso Azpiri, Carlos Diez, mi Amigo y Creador de Sivil Güor, Guachimen y Juego de Tronados, Sergio Ballester, y al padre de Ortega y Pacheco, Pedro Vera. Todos ellos y otros autores estuvieron firmando y dando conferencias durante los 3 días del salón, lo que generó mas afluencia, sin desmerecer en ningún momento a todos los autores, tanto de renombre como noveles que se encontraban en La Isla, un rinconcito situado en la planta superior del evento donde los artistas, a cambio de un módico precio, te podían dibujar a Xena peleando contra Kratos, a Freezer estrangulando al Conde Nefaria o al Doctor Extraño enfrentándose a un Jiangshi/Vampiro Chino.

Jalar (o comer) era lo complicado. 4 euros un bocadillo (mas bien colín relleno), 3 euros una lata de refresco (no, no iba firmada por Stan Lee ni por Jack Kirby) y 2 euros la botella de agua. Vas con 20 euros al evento y, sin contar la entrada, si te compras una camiseta, el bocadillo minúsculo y una cocacola, te vuelves a casa con suerte con un euro en el bolsillo. Voy a ponerme rancio y voy a decir “Dices tú de evento… ¡Para evento los Expocomic de 2005 y 2007, que ibas con 20 euros y te tenías que llevar 2 mochilas para meter todos los cómics que te podías comprar!”

Podría hablar de lo exquisitos que se han vuelto en el concurso de cosplay a la hora de participar, donde tienes que dar más datos que para pedir un préstamo, no sea que se descubra que no te has hecho el cosplay tú sino 3 esclavos chinos o la putidiva de turno, o de lo soso que era el presentador, que aunque el evento de la competencia, la Japan Weekend, no son santos de mi devoción, su presentador, Isra, es mas majo que los billetes de 100 euros y sería un sustituto perfecto, o en su defecto, los presentadores de Radio Ramen, incluso 2 colegas míos, el Señor Dart y el Señor Spike serían 100 veces mejores presentadores y mas amenos.

Eso si, una de cal y una de arena, al mismo tiempo que estoy criticando que han sido demasiado puristas con lo relativo al cómic y han quitado el Karaoke, o que aun me siga preguntando por qué había un concurso de baile de K-Pop, le doy mi aprobación por haber quitado stands de asociaciones y actividades no comerciales que no eran relativos al Comic Americano, por mucho que haya cómics americanos sobre My Little Pony. Hubiera estado bien un Frikitrivial más organizado, en un escenario principal y con la expectación que antes había, y no un test hecho a 3 personas el viernes por la mañana en una mesa carcomida.

Si tuviera que dar una valoración de un 1 a un 10, siendo un 1 lo peor y un 10 lo mejor, le daría un 5,5. Han tenido buenas ideas con lo de poner Pasarela cosplay para los que participan sin actuar, quitar ciertas asociaciones que no aportaban nada o llevar actores de doblaje, pero haré como mi madre cuando yo sacaba un 5, en vez de alegrarme por aprobar, me enfadaría por no haber sacado mas nota, y es que no se puede copiar durante varios años un mismo evento, al igual que tampoco hay que cambiarlo todo radicalmente. El cambio no es malo, al fin y al cabo el evento se ha desarrollado en otros pabellones, y ya está confirmado que para el próximo Expocomic o el Expomanga de Mayo se celebrará en el Ifema, pero intentemos mantener el espíritu de otros años, y sobre todo NO SUBAIS EL PRECIO, POR LO QUE MAS QUERAIS.

Sugerencias:

-Mantened el Concurso de Karaoke.

-Más Stands de Cómics, sobre todo de lo relativo al evento en si.

-Stands de Editoriales, como se hace en Barcelona, con Panini y ECC, y todas las demás, obviamente.

-Facilidades para cosplayers noveles.

-Una zona habilitada con consolas no estaría mal, pero sin que tengan que pringar la pobre gente de las asociaciones, que se dejan una pasta en mandos de consolas.

-Bajada de precios en comida y bebida, o al menos un menú anticrisis.

Por lo demás, vayamos pensando en coger la línea 8 de metro para poder ir al próximo evento, y si no cuaja, pues ya volveremos a Lago, que tampoco se está tan mal ahí.