Confesiones de una chica gamer (Assassin's Creed Syndicate)
Confesiones de una chica gamer
Sobre Assassin's Creed Syndicate.
Los que sigáis mis escritos sabréis
que tenía bastantes dudas sobre lo que podía ofrecernos esta nueva
aventura. Ubisoft la llamó “la mejor entrega de la saga” algo en
lo que, sinceramente, no tenía ninguna fe. He de decir que no, para
mí no es la mejor entrega de la saga, pues Ezio Auditore y su
historia a lo largo de tres juegos, que me parecen una obra maestra,
ocupan todo mi corazón pero... quizá si es la mejor entrega de los
últimos tres años.
Y es que Assassin's Creed Syndicate ha
traído mucha frescura a una saga que últimamente tenía a los fans
un poco decepcionados, sobretodo después de jugar a Assassin's Creed
Unity, un patinazo en toda regla.
En esta nueva entrega nos vamos al
Londres victoriano para ser cómplices de dos hermanos con mucho
carisma: Evie y Jacob Frye en su lucha contra los templarios. Los dos
protagonistas y su relación durante el juego son uno de los puntos
fuertes de la historia, son muy distintos y cada uno tiene un
objetivo principal en el que se centra a lo largo de toda la
historia. Jacob por ejemplo, es un marrullero algo chulito y que al
principio me pareció bastante simplón, pero a medida que avanzas en
la historia vas pillándole el punto, sus bromas empiezan a hacerte
gracia y acabas teniéndole cariño. Sus misiones en el juego se
centran en la caza de templarios, en sus misiones trata de eliminar a
los secuaces templarios del malo malísimo de la historia, el maestro
templario Crawford Starrick, para así poder debilitar sus fuerzas.
En cambio Evie es más astuta,
inteligente y con un humor mucho más elegante. Esta chica gamer
tiene que reconocer que aunque no es el personaje más simpático de
la saga me robó el corazón desde la primera secuencia, y es que da
gusto tener a una chica assassin como dios manda y que protagonice
una saga con tal elegancia. Sus misiones son mucho más sigilosas y
se centran en encontrar uno de los fragmentos del ya ultra conocido
Fruto del Edén. Sigue pistas, recopila información... pero no os
equivoquéis, Evie no es una damita que no se mete en líos, lleva un
bastón-espada con el que mete unas leches que deja a cualquiera
pasmado.
Así pues, cada hermano tendrá sus
propias misiones dentro de la historia principal, pero también
podremos cambiar entre los dos siempre que queramos cuando hagamos
misiones secundarias o vayamos recolectando alguno de los numerosos
coleccionables.
La historia avanza de manera fluida y a
diferencia de entregas anteriores, sientes que tu participación
tiene mucho más peso y los blancos templarios a los que vas a
asesinar son presentados durante toda la secuencia de manera que tus
motivaciones no se reducen a un simple: “lo mato porque si”. La
dinámica del asesinato en si, de hecho, ha dado un cambio para bien
bastante destacable, dándote la oportunidad de diseñar diferentes
estrategias para acercarte a tu blanco e introduciendo la llamada
“muerte única” una nueva estrategia de actuación en la que
realizas diferentes subobjetivos para realizar un asesinato de manera
especial.
Además parece que la trama del “mundo
real” o “fuera del Animus” que estaba ridículamente olvidada
desde que Desmond desapareció vuelve a resurgir en esta entrega.
Charles Darwin es una de las celebridades a las que ayudaremos |
Otra de las grandes novedades de
Assassin's Creed Syndicate es la variedad de misiones secundarias que
nos encontramos. Ya no tenemos sólo las típicas misiones de matar
blancos, recoger coleccionables que no tienen nada que ver con la
trama o investigar alguna historia tonta que no lleva a ningún
sitio. No, esta vez tenemos misiones en las que secuestraremos
blancos y se los entregaremos a la policía para ayudar a uno de
nuestros aliados, investigaremos crímenes al más puro estilo
Sherlock Holmes, liberaremos a niños explotados en fábricas y
viviremos todo el contexto de la revolución industrial en nuestras
propias carnes llegando incluso a tener nuestra propia guarida de
asesinos en un tren en movimiento. Además muchos personajes ilustres
de la historia mundial querrán que les ayudemos en sus quehaceres:
Alexader Graham Bell, Charles Dickens, Karl Marx, Charles Darwin o la
mismísima reina Victoria nos pedirán que les prestemos nuestras
habilidades para conseguir sus objetivos.
Las guerras de bandas de la época
también han tenido un lugar destacado en esta entrega, todo Londres
está controlado por una banda: Los Blithers, de influencia
Templaria, por supuesto. Pero Jacob, Evie y su banda: Los Rooks irán
ganándoles terreno, quemando sus cuarteles y haciendo guerra de
bandas con el objetivo de tener el control de la ciudad.
Evie, Jacob y sus Rooks |
Los Rooks también podrán ayudarnos en
combate, podremos ir mejorándolos y proporcionándoles mejores
armas, niveles y carruajes, sin embargo, ésta mecánica del juego se
me hizo demasiado simplona. Con pulsar un botón cerca de un miembro
de Los Rooks ya se une a ti, por no hablar de que en general tienen
una IA bastante torpe y a menudo se cargaban los intentos de ésta
pobre chica gamer de ser sigilosa.
Eso sí hubo un par de nuevas mecánicas
que me robaron el corazón: La primera es la punta de cuerda, una
especie de gancho que puedes disparar para subir a un tejado mucho
más rápido o para poder desplazarte entre dos edificios que están
alejados. Durante un instante pensé que quizá eso le quitaba un
poco de gracia al estilo trepa muros clásico de los anteriores
Assassin's Creed, pero me resultó tan extraordinariamente cómodo
que se me pasó en un segundo.
La segunda son los carruajes, puedes
“tomar prestado” cualquier carruaje que te encuentres por la
calle y conducirlo por toda la ciudad (rompiendo todo a tu paso si la
conducción no es tu punto fuerte, como le pasa a ésta chica gamer).
Incluso hay misiones secundarias muy relacionadas con ellos: carreras
de carruajes, robos de mercancía, escolta...
Vistas de Londres desde Trafalgar Square |
Todo esto sumado a una sublime
recreación de Londres ha hecho que Assassin's Creed Syndicate suba
posiciones dentro de la saga, que últimamente me había dejado con
un sabor agridulce. Ha sido maravilloso estar recolectando algún
tesoro y de golpe pararme y decir: “¡Ostras, estoy en Trafalgar
Square!”
Pero como pasa siempre, no se puede
hablar sólo de lo bueno y ahora toca reñir un poquito a los de
Ubisoft. Es cierto que gráficamente está a la altura, pero no
podemos obviar que los gráficos son prácticamente calcados a los de
Assassin's Creed Unity y de vez en cuando hay algunas caídas de
frames bastante evidentes. Y respecto a los tiempos de carga..
¡Eternos! Vale que nos estamos mal acostumbrando a que ya pocos
juegos tengan tiempos de carga tan largos y entiendo que meter en un
videojuego una ciudad con un mapeado tan inmenso haga que tarde en
cargar, pero aún así se hace pesado tener que esperar a que cargue
cada vez que usemos un punto de desplazamiento rápido.
El doblaje es otra de las cosas que me
han dejado algo descontenta. En todos los artículos que he leído
sobre éste juego hablan bien del doblaje, es cierto que está
bastante cuidado y que la calidad de las voces es notable, pero ¿soy
la única que ha notado que en ocasiones está totalmente
descoordinado? En bastantes escenas me he encontrado con Evie
hablando sin mover los labios o viendo a Jacob moverlos sin escuchar
nada en absoluto, así que un buen doblaje en general sí, pero para
mí la coordinación es básica y en eso le pongo un cero patatero.
Para terminar quiero destacar que en
esta ocasión parece que Ubisoft se puso las pilas con el tema bugs
y, aunque he presenciado alguno graciosillo, no he tenido que sufrir
los constantes bugs de otras entregas que podían fastidiarte horas y
horas de juego. (En assassin's Creed III un bug me fastidió un
coleccionable y tuve que empezar una partida nueva después de más
de 40 horas para poder sacarme el trofeo de platino). Pero de bugs
hablaremos otro día, que eso da para un artículo entero.
Hasta aquí mis confesiones de hoy,
disfrutad de esta ráfaga de aire fresco que ha resultado ser
Assassin's Creed Syndicate y esperemos que Ubisoft siga mejorando
para volver a ilusionar a los jugadores como hizo en sus mejores
entregas. ¡¡Jugad mucho!!
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