Cine raruno - ¿Dónde ****** están las adaptaciones a cine de los juegos de rol?

Los juegos de rol han sido ese gran desconocido en la cultura popular, a menudo menospreciados y ocasionalmente lapidados por la opinión pública y los medios desinformativos. Desde que Gary Gygax plantara en 1971 la semilla del rol con el juego Chainmail, que evolucionaría hasta convertirse en el Dungeons & Dragons, los dados de múltiples caras y las hojas de personaje han ido expandiéndose entre los jóvenes. Hablamos, ojo, de los setenta. Ha pasado suficiente tiempo para que algunos de esos jóvenes crecieran y acabaran dedicándose al cine, dando lugar a un rico plantel de famosos roleros: Kevin Smith, Matt Damon y  Ben Affleck juegan juntos a AD&D, Vin Diesel, Judi Dench (La enganchó Vin Diesel en el rodaje Las Crónicas de Riddick) y Joss Whedon también, así como Sean Astin, Álex de la Iglesia (juega a La llamada de Cthulhu. ¿A alguien le sorprende?), Jennifer López, Ewan MacGregor, Jason Statham, Robin Williams e incluso Steven Spielberg, que hizo el cásting de los niños de E.T. haciéndoles jugar a AD&D.

Cuánto va a que el DM sólo le deja hacerse fichas de medianos.

Con todos esos actores, directores y productores que emplean sus ratos libres en rolear, algunos incluso reconociendo que les ha ayudado a ser más imaginativos en sus obras, yo me pregunto mirando al horizonte con las crines al viento: ¿dónde c***jones están las adaptaciones a cine de los juegos de rol?

Si quisiéramos ver una obra de ficción épica sobre nuestro juego de rol favorito, podría deciros que la cosa está mas escasa que las raciones de Ferrán Adriá. La primera película que podría venirnos a la cabeza es, cómo no, Dragones y Mazmorras, terrible adaptación que era más fiel a su propio título que al material original. En efecto, había dragones y había mazmorras, pero poco importaba cuando la rica mitología y las reglas del mundo de D&D brillaban por su ausencia. Enanos de metro setenta, orcos conviviendo tranquilamente con humanos y contempladores a los que se puede distraer con una piedra pueblan ese mundo fantastisalchichero en el que todo parece y es de plástico.

Llegamos a un mundo fantás-ti-co, lleno de seres extraños... ah, no, esa no

Quisiera saber quién le dio el dinero a Courtney Solomon para, en sus tiernos diecinueve, comprar los derechos cinematográficos de AD&D en lugar de buscarse novia o drogarse como los jóvenes de su edad. El caso es que le llevó diez años, que tiene su mérito, obtener los fondos para coronar esta opera prima suya. Solomon barajó varios directores con la intención de producir exclusivamente, entre ellos Francis Ford Coppola (¡!); no obstante Lorraine Williams, jefa de TSR, insistió en que él dirigiera. Esto en mi tierra se llama "tirarte piedras a tu propio tejado". El plantel es, además, un ejemplo de grandes profesionales desperdiciados, contando con talentos como el de Marlon Wayans (que al mismo tiempo estaba rodando Réquiem por un sueño), Jeremy Irons y la musa del indie Thora Birch (extraordinaria en American Beauty y Ghost World). Con todo, esto sirvió para generar dos secuelas directas a DVD, Dungeons & Dragons: wrath of the Dragon God y Dungeons & Dragons: the Book of Vile Darkness que, aún contando entre las dos con el presupuesto de un capítulo de Xena, resultan ser bastante más fieles al espíritu original del juego de rol más conocido de todos los tiempos.

A esto me refiero

Apareció en 2003 uno de esos intentos de originalidad que se quedan más en lo meritorio que en lo exitoso: una cinta de animación llamada Scourge of Worlds: a Dungeons & Dragons adventure. Inspirada en los libros de "elige tu propia aventura", esta película era interactiva, permitiendo que el propio espectador eligiera en el DVD el camino de nuestros protagonistas y el transcurrir de la historia.

Otro caso interesante es el de Underworld, cine de acción gótico con claras influencias de Matrix y El Cuervo donde vampiros y hombres lobo libran una guerra milenaria comenzada por sus ancestros primigenios. El caso es que Len Wiseman, su director, guionista, productor y marido de la protagonista, la británica Kate Beckinsale, dijo haber hecho un "Romeo y Julieta con vampiros y licántropos". Así todo, tuvo que haberse inspirado de algún modo en Vampiro: La mascarada y en Hombre Lobo, ya que White Wolf demandó a la productora debido al tremendo parecido con los juegos. A pesar del lío legal y de que la vistosidad estética no pudiera maquillar un guión incoherente, esta guerra oscura y videoclipera ha dado para tres películas más.

Brujah de cuarta generación como poco

Que no se sientan excluidos los partidarios de Vampiro: Edad Oscura, dado que la tercera parte, Underworld: rise of the Lycans, cumple bastante la función como adaptación al estar ambientada en el medievo. Esta resulta ser la secuela más pasable de una saga que, por lo general, no llega al aprobado.

El juego de rol sueco Mutant Chronicles vio también su salto a Hollywood con una película con el mismo nombre: Crónicas Mutantes. Si ya es raro encontrar una adaptación oficial de un JdR, más raro es encontrar una protagonizada por Thomas Jane (Punisher, La niebla), Ron Perlman (Hellboy), John Malkovich (no sé ni qué película suya escoger) y Devon Aoki (la "pequeña y letal Miho" de Sin City).

Es como ver un billete de 500€: te habían dicho que existían, pero jamás lo creíste posible

Su propio director, Simon Hunter, fue lo suficientemente listo para reconocer el papel que el fandom ejercería en el éxito de la película e hizo este cortometraje para crear hype entre los fans del juego:


La última película de ficción basada en juegos de rol que nos queda es un título similar, Midnight Chronicles, que ya habréis adivinado que trata de llevar al celuloide el juego Midnight. 


En principio pensada como un piloto para una serie de televisión, la iniciativa quedó en el aire. El piloto se convirtió en película y la película fue a su vez relegada a un segundo plano debido a su pobre ambientación (el vestuario y los decorados fueron donados por la feria medieval de Minnesota), su mediocridad a nivel interpretativo y a su falta de acción.

Si bien hemos acabado con los trabajos de ficción, existen otro tipo de incursiones cinematográficas; y si se ha hecho un documental sobre una familia turca en la que todos andan a cuatro patas, los juegos de rol tampoco parecen un tema demasiado extraño. El conmovedor documental de la HBO Drakmar: a vassal's journey aporta una perspectiva cálida sobre el rol en vivo y la influencia positiva que tiene sobre un chico de catorce años que va a conocer por fin a su padre biológico.


The Dungeons & Dragons Experience también resulta interesante por consistir en una serie de entrevistas a un grupo jugadores de D&D y, lejos de tratar de ridiculizar o parodiar, aborda el tema con seriedad, objetividad y respeto. Me temo que no he podido encontrarlo subtitulado.


Si hablamos sobre películas sobre roleros, hay una cierta amplitud. Es ya algo común por ese lado el contribuir a la desinformación que ya existe sobre el rol planteándolo como una manera insana de evadirse, mostrando a adolescentes debiluchos alienándose y perdiendo la noción de la realidad. Si bien esta exageración puede ser un buen punto de partida cinematográfico, también puede dar argumentos a quienes albergan prejuicios contra este tipo de juegos. En el terreno patrio, cintas como Nadie conoce a nadie de Mateo Gil o El corazón del guerrero de Daniel Monzón son buenos exponentes. En esta última, el protagonista mezcla su realidad con su partida de rol ambientada en un mundo muy influido por Conan el Bárbaro, como lo hiciera también el protagonista de la película de 1982 Monstruos y laberintos, protagonizada por un joven Tom Hanks y basada en la historia real de James Dallas Egbert III, aficionado al D&D que se internaba en los túneles de la universidad de Michigan para automutilarse y que finalmente se suicidó. La opinión pública culpó al D&D de su caída en desgracia, sin que sus reportadas depresión y adicción a las drogas tuvieran nada que ver.

No es difícil ver la influencia del Conan de Robert E. Howard y de Boris Vallejo en "El corazón del guerrero"

The Gamers de Matt Vancil es uno de los mejores ejemplos que puede haber de cine sobre roleros. Esta comedia independiente rodada en vídeo demuestra que un buen guión lo es todo. La trama gira en torno a una partida de D&D (el director obtuvo incluso la venia de Wizards of the Coast), sacando a relucir con mucho sentido del humor situaciones comunes, tópicos y anécdotas que todo jugador de rol ha vivido alguna vez, muy en la línea de cómics paródicos como Los Fuzztoons o Dork Tower. Divertidísima para el jugador de rol, aunque tan encerrada en su temática que los muggles probablemente no le encuentren la gracia. Esta iniciativa tuvo tan buena acogida que ha generado tres secuelas con guiones más trabajados: The Gamers: Dorkness rising, The Gamers: Hands of Fate y The Gamers: Natural One, que se inspiró en el juego cyberpunk-fantástico Shadowrun. Dorkness rising, para mayor gloria friki, contó en su reparto con la modelo alternativa Jen Page, que encarnó a la Reina Araña para el artista Todd Lockwood en el módulo de AD&D La ciudad de la Reina Araña.

Primera parte subtitulada de The Gamers. El resto, en YouTube.


Hay varios títulos más que podrían citarse, casi siempre en clave de humor, como THACO, Zero Charisma Knights of Badassdom, esta última protagonizada por Peter Dinklage (Tyrion Lannister en Juego de Tronos) y Summer Glau (conocida por Firefly y Las crónicas de Sarah Connor), donde unos jugadores de rol en vivo invocan a un súcubo por equivocación. Otra película que me parece digna de mención, aunque no haga una referencia explícita al rol, es la traumatizante excelente película que es Un puente hacia Terabithia. Muy bien dirigida por Gabor Csupo (creador de los Rugrats) y muy mal vendida como un sucedáneo de Las Crónicas de Narnia, este drama que te hunde la vida es la historia de dos niños que, para escapar de sus crudísimas realidades personales, se inventan un mundo imaginario en el que juegan con ogros, dragones y monstruos, sin distar mucho del rol en vivo convencional. Una maravilla más que recomendable si quieres llorar más que Marco el día de la madre.



Adaptaciones y remakes ha habido desde los inicios del cine. De hecho, muchas obras clásicas actuales son remakes de películas mudas o adaptaciones de novelas. Los superhéroes, a su vez, pudieron dar un salto muy temprano de la viñeta al celuloide gracias a los seriales de los años cuarenta: Batman, Superman, The Phantom, La sombra, etc. Pero hablamos de una época muy anterior a Gygax. Yéndonos a tiempos menos lejanos, esta tendencia a reciclar guiones es más fuerte que nunca. La pésima política de pagos de Hollywood ha hecho que los guionistas migren a las series, motivo por el que ahora tengan historias más originales que las películas. Aún así, la maquinaria de Hollywood no puede permitirse parar y echa mano de toda historia que pueda adaptar a cine: videojuegos, novelas, películas antiguas, cómics e incluso juegos de mesa (¡¡¡!!!). Ridley Scott tiene los derechos para hacer una película del Monopoly, ahí lo dejo. La juntamos con la que se hizo de Cluedo y tenemos un pack de caja metálica (¿para cuándo una adaptación del Atmosfear?).

Repito por última vez, y por favor, Hollywood, escúchanos: ¿dónde c***jones están las adaptaciones a cine de los juegos de rol?

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